¡Siguenos!

martes, 28 de diciembre de 2010

Y no por tener una enfermedad tenemos que ser diferentes.

- ¿Por qué lloras?
- Soy un fracaso...
- ¿Y por qué dices eso?
- Ningún niño quiere jugar conmigo, y además, soy tonta.
- No es verdad, los tontos no reconocen que son tontos. ¿Le has preguntado a alguien si quiere jugar contigo?
- No, pero es que no van a querer, soy un fracaso.
- Venga, vamos allí, que seguro que quieren jugar contigo.
- Vale, pero ayúdame tú, dame la mano.
- Tranquila, que no pasa nada. ¿A que le dejáis jugar?
- Claro. Siéntate aquí, eres la tercera.
- Gracias. (Sonrisa inmensa)

No hay comentarios:

haz click en ellos;)