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jueves, 21 de abril de 2011

Llevo la mitad de mi vida intentando descubrir porque los segundos pasan. Porque la gente se enamora. Porque hay gente que odia y jode a otras personas. Por más que lo intento, no puedo entenderlo. Pasaran otros 8 o 10 años y seguiré sin entenderlo. Sin entender porque los donuts saben tan ricos y mi colonia favorita es demasiado cara. Nunca jamás entenderé porque hay gente que no puede vivir sin dinero y gente que puede vivir sin él. Por más que lo intente, no llegare a mentalizarme porque hay amores a distancias y chicles de todos los sabores que al cabo de 5 minutos ya no tienen sabor. Jamás entenderé porque el gusto hacia los perros es tan adorable y una cena a la luz de la luna es algo genial. No entiendo porque cambian la hora la última semana de Octubre o porque el verano no empieza antes. Por más que quiera no entenderé nada de esta vida. No entenderé los estornudos demasiado sonoros o porque las asas de mi mochila no son mas cómodas. Es algo que por más que cumpla años y años no lo llegare a entender. Los coleteros se rompen y la comida del frigorífico acaba por terminarse. En invierno se pone el brasero y en verano el aire acondicionado. ¿Alguien lo entiende?

Solo tú eres el conjunto de todos los adjetivos para crear la perfección

-Hay algo extraño en cómo estáis juntos- murmuró ella, con la frente fruncida sobre sus ojos preocupados-. Te mira de una manera...tan..protectora. Es como si estuviera dispuesto a interponerse delante de una bala para salvarte o algo parecido.
Me reí aunque aún no me sentía capaz de enfrentarme a su mirada



cuanta razón.


La real academia española define la palabra imposible como algo que no tiene facultad ni medios para llegar a ser, o suceder. Y define improbable como algo inverosímil que no se funde en una razón prudente.






Puestos a escoger, a mi me gusta mas la improbabilidad que la imposibilidad. Como a todo el mundo, supongo. La improbabilidad duele menos y deja un rasquicio a la esperanza, a la épica...
Que David ganara a Goliat era improbable, pero sucedió. Un afroamericano habitando la casa blanca era improbable, pero sucedió. Que los varón rojo volvieran a tocar juntos era improbable, pero también sucedió. Nadal desvancando del número uno a Federer. Una periodista convertida en princesa...
El amor, las relaciones, los sentimientos no se fundan en una razón prudente. Por eso no me gusta hablar de amores imposibles, sino de amores improbables. Porque lo improbable es, por definición, probable. Lo que es casi seguro que no pase, es que puede pasar. Y mientras haya una posibilidad, media posibilidad entre mil millones de que pase, merece la pena intentarlo.♥

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