- Te equivocas. Lo más bonito es que pueden llegar a serlo."
Cuánto más crecía más lejos veía sus sueños. Toda una infancia llena de risas, actuaciones, carreras, tropezones, juegos y ella se los arrancó de una sacudida. Susurraba con su sonrisa melosa: "La vida, cómo es. Te regala todas las mañanas un amanecer dorado y todas las noches una luna brillante y entonces llega en día en el que la luna se te queda chica y empiezas a creer que estás creciendo".
Porque no se había dado cuenta de que toda su vida había estado creciendo hasta llegar a ser lo que ahora era.
Lo que nunca quiso ser.
claudia
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