Siempre que me siento pesimista por como está el mundo, pienso en las puertas de llegada del aeropuerto. Según la opinión general, este es un mundo de odio y egoismo, pero a mí no me parece así, a mí me parece que el amor está en todas partes. Padres e hijos, madres e hijas, maridos y esposas, novios, novias, viejos amigos... Cuando los aviones se estrellaron contra las torres gemelas, que yo sepa, ninguna de las llamadas telefónicas de los que estaban a bordo eran de odio y venganza, todos fueron mensajes de amor. Si lo buscáis, tengo la extraña sensación de que descubriréis, que el amor, en realidad, está en todas partes.
c l a u d i a l ó p e z .
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