Algunas veces a pesar de tus mejores esfuerzos, la vida te da limones. Cuando eso sucede, tienes dos posibilidades. Puedes poner mala cara o hacer limonada..
Ella eligió lo segundo y se dejó llevar. Se comió el mundo con su sonrisa. Y recordó entre lágrimas miles de recuerdos felices. Dejó atrás los instantes tristes. Y se armó de valor. Entonces decidió ser feliz. Comprendió que a pesar de no quererlo se tenía que crecer, aunque con ello llegaran mil cosas que dolieran más. Pero también comprendió que esa niña, la niña que la había acompañado toda la vida, estaría siempre ahí.
miércoles, 22 de diciembre de 2010
ognoddvsklgfnirognñafWCVS,
producto de hormonas/neuronas adolescentes de
ClaudiAlbAna
____este texto surgió de la nada a las--->
3:20:00
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