Podía haberme ido a tomar un café en vez de esperar ahí, pero hoy era un día de esos en los que te da igual para dónde tirar, la gente camina y tú te quedas mirando a los coches pasar.
En verdad cualquier excusa es buena para quedarte quieto un minuto y observar tu alrededor. Todos queremos una segunda oportunidad para procurar entender la realidad.
"Y corría a ochenta kilómetros por hora hacia las luces que crecían poco a poco, sin que ya se supiera bien por qué tanto apuro, por qué esa carrera en la noche entre autos desconocidos donde nadie sabía nada de los otros, donde todo el mundo miraba hacia adelante, exclusivamente hacia adelante".
Albagutierrez.
Albagutierrez.
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