Dile a alguien que vas a ser médico, o lampista, y te dirá que bueno, que de acuerdo. Pero dile que vas a ser astronauta. Seguro que te dice que sí, que lo serás gracias a la patada que te dará tu padre, que te pondrá en órbita. La gente nos mira como a entes abstractos, perdidos de antemano. Alguien tendrá que ser presidente del gobierno, y cantante de éxito, y actriz con un Oscar, pero todos creen que lo serán otros. Tú, imposible. Es su defensa. Su fracaso, o su inutilidad, les hacen despreciarte.
CL#
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