lo bueno es que con las personas que me importan soy yo misma, siempre. con las personas que no me importan no porque me dan igual, por esa regla de tres no debería actuar porque esas personas me son indiferentes, pero por eso mismo actúo. me son tan sumamente indiferentes que no quiero ni que sepan quién soy en realidad, sobre todo cuando ni yo sé quién soy en realidad. temo que me conozcan. como si tuviese infinidad de defectos, secretos y más mierdas. quizá los tenga, quizá no. pero dentro del abrigo se está más calentito. y si tiene capucha y esa capucha te tapa los ojos puede ser maravilloso.
Claudia.